Bukhara: ciudad de bazares y madrazas

4 de mayo de 2015

Tuvimos la suerte de llegar a Bukhara un domingo soleado y con pocos turistas, y al salir por la puerta del hotel, nos encontramos en la mismísima plaza Lyab-i Khauz.


Lyab-i Khauz


Aquí se pueden visitar la madraza Nadir Divanbegi, famosa porque en su entrada se pueden ver dos mosaicos de dos aves que recuerdan a dos pavos reales. Los árabes no acostumbran a utilizar en sus construcciones imágenes de animales, y en Uzbekistán encontramos dos excepciones: los tigres que hay en una de las madrazas del Registán y éstos singulares pájaros. Aunque no se sabe cómo osaron colocar los primeros, los de esta madraza se explican porque Nadir Divanbegi no fue construida, ni utilizada al principio, como escuela coránica, sino como caravasar siendo diseñada para albergar y dar reposo a los viajeros de la ruta de la seda y sus animales.

Además de Navir Divanbegi, la plaza Lyab-i Khauz (traducido como junto al estanque) cuenta con otra madraza, Kukeldash y dos mezquitas: una de nombre repetido, Navir Divanbegi y la Madhoki-Attar, que estaban reformando.
No sabemos si merece la pena entrar a ninguna de ellas ya que decidimos sólo disfrutar de ellas por fuera, pero le dan un encanto especial a esta plaza, cuyos otros atractivos turísticos son el estanque del que la plaza toma el nombre y una estatua de un cómico uzbeco, con el que posan pequeños y mayores.


También hay restaurantes y teterías, pero nosotros nos adentramos en la Bukhara profunda para tales menesteres, así que no podemos opinar acerca de si se come bien y como va el tema de precio...


Zocos


Desde aquí y de camino hacia el complejo Poi Kalón, se atraviesan 3 zocos cubiertos muy interesantes. Aunque os hablaremos de los bazares de Uzbekistán en otra ocasión, éstos no son bazares propiamente dichos, sino tiendas de souvenirs para turistas, donde antes se encontraban agrupados diferentes gremios y de los que conservan su nombre:

  • Tok-i-Sarrafon o Zoco de los intercambiadores de dinero: Por supuesto tuvo una gran importancia en el camino de la seda, donde comerciantes de todos los rincones de Europa y Asia se trasladaban a diferentes lugares para realizar  sus negocios y necesitaban cambiar sus monedas. Curiosamente, ahora en Uzbekistán prácticamente todo el mundo es un "intercambiador de dinero" y este zoco se ha reciclado como tiendas de turistas.
  • Tok-i-Telpak o Zoco de los tejedores de alfombras: éste es el único en el que puedes comprar lo que se vende desde antaño, aunque también otras muchas cosas. También hay una tumba, aunque no llegamos a averiguar de quién. Además es el único de lo tres zocos que puedes no atravesar de camino al Poi Kalón y hacerlo desde fuera. Te recomendamos hacerlo de las dos maneras, ya que se ven diferentes matices, y pasarás por aquí las suficientes veces como para no perderte nada.
  • Tok-i-Zargaron o Zoco de los joyeros: Su nombre nos da la pista de su propósito en el pasado, pero actualmente, este intercambio se realiza en un mercado no muy lejos de aquí, donde, extrañamente, no hay casi turistas.




Plaza Ulubgbek


En esta plaza, a la izquierda del Tok-i-Zargaron se pueden ver dos madrazas: de Ulugbek y de Abdul Aziz Janesde, una enfrente de la otra. 


Las dos son muy bonitas por fuera, y tienen tiendas de souvenirs por dentro, por lo que no entramos. El estado de conservación es bastante bueno, aunque no óptimo: sería imposible tener todas las madrazas de bukhara en perfecto estado...



Ark


Esta ciudad-fortaleza nos recordó mucho a la ciudad amurallada de Khiva. La primera vez que lo construyeron fue en el siglo V a.c. y desde entonces su funcionó no fue sólo militar, también sirvió como corte real. Ha sido destruido y reconstruido a lo largo de la historia durante numerosas ocasiones y la mayor parte de lo que queda es de los siglos XVIII y XIX Cuando los rusos ocuparon Bukara dejó de ser una fortaleza y pasó a ser lo que es ahora; un museo.

Este monumento es muy grande, aunque es la quinta parte de lo que fue. En esta foto de http://uzb.360travel.uz muestra su belleza mucho mejor de la que tomamos nosotros a pie de suelo, y por eso os la ponemos aquí.

Aunque la forma recuerda a la muralla de Khiva, cuando te acercas, te das cuenta de que los materiales de la construcción son muy diferentes: aquí en lugar de barro y paja, la muralla esta hacha de ladrillo y madera.

Una de las cosas más bonitas del Ark, es la puerta de la entrada, que data del siglo XVIII.

La verdad que no llegamos a entrar, porque leímos en muchos foros y otros blogs que no merecía mucho la pena su interior, y además hay muchísimas otras cosas que ver y hacer en Bukhara.



Mezquita Bolo Khauz


Justo enfrente del Ark, se encuentra esta bonita mezquita, que todavía se encuentra en funcionamiento, y que tiene marcadores electrónicos con los horarios de los rezos. 
Estaban reformando el suelo, como se puede ver en las fotografías, pero no le resta ni un poquito de encanto al lugar.





No sabíamos si yo podría entrar a la mezquita, así que el primer día no nos atrevimos a entrar, pero después preguntamos en el hotel y nos dijeron que sí, así que volvimos al día siguiente para visitar su interior. Por dentro es muy sencillita, aunque nos gustó la atmósfera, y la tranquilidad que se respiraba. No hicimos fotografías porque había un chico rezando y nos pareció poco respetuoso hacerlo.


Chor Minor


Caminando hacia la derecha de la plaza Lyab-i Khauz unos 10 minutos, se llega hasta este interesante monumento, un poco alejado del circuito turístico. Aunque se encuentra en las guías y los mapas, estuvimos solos visitándolo. El camino es bastante pintoresco, y aunque íbamos con mapa, tuvimos que preguntar para maniobrar por el laberinto de callejuelas. Uno debería pensar que el monumento debería verse desde lejos, pero la verdad es que aparece de repente, en medio de una explanada, y después de tanta callejuela sorprende bastante.

No es, ni ha sido nunca una mezquita, y los minaretes son puramentes decorativos. 

Ahora mismo hay, oh sorpresa, sorpresa, una tienda de souvenirs,
Por 1000 UZS, se puede subir a la parte de arriba, a través de un minarete, a una zona que debió de ser una biblioteca en tiempos, aunque ahora esta vacía. Si subes un poco más apareces en una zona exterior.

Es curioso, pero las vistas no merecen mucho la pena... no se llega a ver la parte antigua de la ciudad.

Y este es básicamente el circuito turístico más popular de Bukhara. En nuestra siguiente y última entrada sobre esta ciudad, os contaremos las cosas que vimos e hicimos fuera de él.






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