La ciudadela empieza a construirse en 1748, cuando formaba parte del reino de Suecia, en un intento por mantener el territorio fuera del alcance de los rusos. Cumplió con su cometido durante 60 años, que es cuando la rusa imperial se hace con el control de la isla.
Fotografía de http://whc.unesco.org/ |
En 1918 los finlandeses consiguen su independencia y le dan su actual nombre a la fortaleza: Suomenlinna (castillo finlandés). Comienza entonces una guerra civil entre los comunistas (rojos) y los conservadores (blancos) que ganaron éstos últimos. En esa época la isla fue utilizada como prisión donde retuvieron a más de 8.000 prisioneros, de los que fallecieron unos 1.500.
Durante la II Guerra Mundial la fortaleza recupera la actividad militar y se llena de cañones y submarinos. Uno de ellos, el último superviviente de la época y que hundió el mercante ruso Vyborg, actualmente restaurado se puede visitar.
En 1973 las competencias de la isla pasan del ministerio de defensa al de Cultura y Educación y en 1991, la isla, entonces habitada por unas 850 personas, fue declarada patrimonio UNESCO ya ahora recibe cada año 700.000 visitantes.
Dos de esos visitantes fuimos Miguel y yo, y aunque lo que vimos nos gustó, no pudimos disfrutar mucho del entorno debido a la lluvia y el viento que nos lo impidieron.
Habitante de Suomenlinna preparado para la lluvia |
No sabemos si debido al temporal o a otras razones, ya que los carteles estaban en finés y sueco no pudimos visitar su iglesia ortodoxa/luterana/faro, pero la pudimos ver por fuera. Esta rodeada de cañones unidos por cadenas que le confieren un aire bastante militar, como el que tiene el resto de la isla.
Obviamente no había mucha gente visitando la ciudadela, y aunque la isla no es muy grande, yo estaba bastante desorientada. Además como somos curiosetes, nos íbamos metiendo por todas las puertecillas y túneles que nos íbamos encontrando, así que entrabas en el patio de armas y salías en los bastiones o cerca de la Puerta del Rey, por lo que yo ni con mapa me aclaraba de donde estábamos... (Y menos mal que llevabamos los móviles a modo de linterna y de GPS...)
La Puerta del Rey, que se construyó en 1753 y 1754, tenía como finalidad, ser la entrada ceremonial a la fortaleza, tal y como su nombre indica.
Y cómo estaba lloviendo mucho, decidimos volver a Helsinki, no fuera que nos quedáramos sin Ferry y no pudiésemos regresar a tierra firme...
¿Merece la pena visitar Suomenlinna? Seguramente en las condiciones que lo hicimos nosotros no mucho. Pero descubrimos parte de la historia del país, vimos submarinos y cañones, nos perdimos en túneles que parecían salidos de Juego de Tronos, montamos en Ferry...
Nos empapamos porque la isla tiene pocos sitios donde resguardarse y pasamos mucho frío, así que si quieres darte una vuelta por Suomenlinna, nuestro consejo es que mejor con buen tiempo porque esta ciudad-fortaleza tiene muchas cosas que ofrecer.
¿Merece la pena visitar Suomenlinna? Seguramente en las condiciones que lo hicimos nosotros no mucho. Pero descubrimos parte de la historia del país, vimos submarinos y cañones, nos perdimos en túneles que parecían salidos de Juego de Tronos, montamos en Ferry...
Nos empapamos porque la isla tiene pocos sitios donde resguardarse y pasamos mucho frío, así que si quieres darte una vuelta por Suomenlinna, nuestro consejo es que mejor con buen tiempo porque esta ciudad-fortaleza tiene muchas cosas que ofrecer.
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