A pesar de visitar la ciudad en sábado y domingo, por el centro de la ciudad no se ven muchos turistas, parece que todos van directamente hasta la ciudadela, pero el paseo de empinadas calles empedradas tiene bastante encanto, la verdad.
La vieja Catedral de Braganza o Sé, fue erigida como una iglesia barroca y ascendió a Catedral durante un tiempo. Su interior es muy recargado, aunque no pudimos hacer fotos, si te gusta la decoración barroca, este es tu templo a visitar en Braganza. En la plaza de la Sé hay un crucero de mediados del XIX.
Portugal perdió a más de 40.000 soldados en la Primera Guerra Mundial, casi la mitad de los que envío. Allí se respira un gran respeto a los caídos, no sólo en el museo militar en la torre del Homenaje donde se pueden ver uniformes, armas, mapas y hasta una reproducción de una trinchera, también por sus calles. En la parte baja de Braganza nos encontramos con este homenaje a los soldados brigantinos que perdieron la vida durante la Gran Guerra.
También es curioso ver cómo han transformado la antigua estación de tren en una zona tomada ahora por los peatones: un parquecito infantil, bancos con ruedas sobre las vías del tren en un claro homenaje al ferrocarril, una terraza, algunos ciclistas...
También te recomendamos las vistas desde el mirador del santuario de San bartolomé, aunque fue un poco odisea subir hasta allí, porque google maps no lo tiene muy claro ;)
La verdad que a pesar de lo grandísimo que es Braganza, desde San Bartolomé se puede ver muy bien la parte histórica de la ciudad y creemos que merece la pena la visita.
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