Árbol de Navidad con niños

Una de las dudas que teníamos a la hora de poner la decoración navideña de este año era cómo iba a comportarse Víctor con todas las cosas nuevas que íbamos a poner a su alcance. Si una cosa teníamos clara, era que la decoración estaba invadiendo nuestro espacio, y no al revés, por lo que no pensábamos poner barreras para impedir el movimiento del peque, por sitios dónde hasta ahora se había podido mover con total libertad.

Cómo estoy haciéndole un libro de fieltro para que pueda jugar, aprender y mejorar su motricidad fina, se me ocurrió que podía utilizar el mismo material para fabricar adornos de navidad que le permitieran tocar el árbol de forma segura.

Turrón de nata y nueces

Después de hacer con mi suegra su especialidad de guirlache de nueces y piñones, que voló tan rápidamente como lo hicimos, me quedé con las ganas de mi turrón navideño preferido, el de nata y nueces. Así que dicho y hecho, aquí tenéis nuestro turrón de nata y nueces.

Braga: más allá del patrimonio religioso

El centro histórico de Braga, cerrado al tráfico, lleno de plazas, cafés y castañeros le dan un aire de aldea tradicional a la tercera ciudad más grande de Portugal. Fue fundada por los celtas, aunque se hizo famosa cuando los romanos, en el siglo III a.C. nombraron a Bracara Augusta capital de la provincia Gallaecia. Todavía se pueden visitar hoy algunos restos, como fuentes o termas.

En Braga, lo moderno se mezcla con lo antiguo, y caminar desde el arco de la porta nova a la plaza de la República es atravesar un pedazo de Historia.